Domicilio social y casa de hermandad Tal y como era frecuente en Totana, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro no disponía de sede propia, sino que guardaba sus imágenes de devoción y enseres procesionales en los domicilios de los hermanos cofrades. Después de la Guerra Civil aprovecharon una de las naves construidas junto a la ermita de san Roque para guardar sus tronos y enseres [1] . Por lo que se refiere a las reuniones se mantuvieron, primero en el edifico de El Alporchón y posteriormente en los locales de la parroquia de la parroquia de las Tres Avemarías, hasta que la Hermandad construyó su actual sede.
Era tradición en la Hermandad, al no disponer de espacio propio, arreglar las imágenes en patios y «paradores» de las viviendas de los directivos, y desde allí procesionaban hasta el templo de Santiago [2] . En 1971, siendo presidente don José Cánovas López, se adquirió el solar en donde la Hermandad construyó su primera sede, en la prolongación de la calle san Antonio. En ella se realizaron varias reformas a lo largo de los años 1995 y 1996.En 1998, bajo la presidencia de don Pedro Marín Ayala, la Hermandad se planteó la posibilidad de adquirir un nuevo solar, a fin de construir un espacio con mayor entidad que facilitase tanto la custodia de sus elementos procesionales como la comunicación, el encuentro y la cercanía de sus hermanos. Al siguiente año se compró un solar de 160 m2 y sobre él se ha levantado una impresionante construcción, en la que destaca su gran sentido de la estética y la importancia de lo arquitectónico. La conjugación de ambos factores ha permitido que podamos disfrutar de un edificio de grandiosidad y especial hermosura. Este espacio fue bendecido el 21 de marzo de 2002. Se trata de un edificio situado en la calle Fernández Ordóñez que consta de tres plantas, sótano, bajo y alto. Todo un orgullo tanto para la Hermandad como para Totana que ve año tras año engrandecer y dignificar todo aquello que tiene relación con su Semana Santa.